Enrique Goldfarb
Las facciones más de izquierda y ni que hablar de
la CUT y el PC, han manifestado que si no se prohíbe el reemplazo en huelga,
habrán “consecuencias”. Esto pone de relieve el drama del PC, que ve que existe
una corriente a su izquierda que lo está desbordando. El caso del colegio de
profesores es notorio, con una disidencia que cuestiona a la actual mesa PC.
Así el partido ha amenazado que si la
reforma laboral no se aprueba tal como está planteada, reconsiderarían su
permanencia en el gobierno. O sea renunciarían a la NM.
La pregunta es qué se pierde si el PC abandona el
gobierno. Con un paro de profesores que raya en la insania y con los
estudiantes que hacen sus protestas con la consabida violencia, cada 15 días.
No hay sector que no haya salido a protestar, y no hay visos que el clima
social esté siendo controlado, lo que desmiente que el PC esté siendo factor de
gobernabilidad.
El no reemplazo en huelga podría ser el arma
secreta del PC para recuperar terreno. Sin reemplazo en huelga, la extorsión a
las empresas puede llegar al extremo. Con la actual o una nueva legislación, incluso
Constitución, las empresas que paran podrían ser estatizadas al estilo de
Allende, y la economía de mercado se derrumbaría. Como el PC siempre ha abogado
por la dictadura del proletariado- se lee claramente en sus discursos y en las
declaraciones de sus militantes- seguramente creen que sería una forma cómo
lograr sus propósitos y volver a reinar en gloria y majestad. Creo que estas
consideraciones debieran poner en aviso al PPD y PS para que hagan un examen de conciencia si, más allá de
su retórica populista para atraer votos, es esto lo que quieren para Chile.
Una tímida flexibilización propuesta por el ex
ministro René Cortázar ha sido calificada como “opinión personal” por el
Presidente de la DC. Si ello es verdaderamente así y la falange se alinea con el PC, entonces
estaríamos no en un “segundo tiempo” sino en el tercero y final.