Enrique Goldfarb
Cuanto pueda haber de populismo se encuentra en
Grecia. Copio de un matutino:
“”Cada partido que llegaba al poder lo hacía acompañado
de un ejército de “trabajadores” que agravaban el ya colapsado sector público.
Los sueldos públicos estaban por encima de los del sector privado y por ejemplo,
50% por encima del promedio salarial en España, país comparativamente mucho más
desarrollado. Por si fuera poco, los sueldos se incrementaban con dos bonos
extras, y bonos adicionales por razones tan burdas como llegar a tiempo al
trabajo o vestirse correctamente. Grecia cuenta con cuatro veces más profesores
per cápita que Finlandia pero ocupa los últimos lugares en calidad de la
educación””. Y así sucesivamente.
Así, Grecia no sólo fue la cuna de la democracia
en la antigüedad sino que lo sigue siendo en la era moderna. Porque dondequiera
que se dan estás ínfulas de “democracia” sin freno, llamada vulgarmente
populismo, como es el caso de Argentina, Ecuador, Venezuela, se termina con
sistemas económicos colapsados debido a barbaridades como las que se dan
en Grecia.
Y esto no es otra cosa que la voz de la gente, lo
que el pueblo quiere, que se usa como pretexto para pasar por encima de la
cordura y de la racionalidad. Como por ejemplo, que les suban los sueldos a los
profesores, pero que no puedan ser ni evaluados ni despedidos. Una gratuidad
total que rompe todos los bolsillos, pero que realistamente no puede ser
cumplida. Sin embargo Camila golpeó duro la mesa defendiendo todo esto, y alegando que si no se cumple, lo exigirán
desde la calle, tal como ya lo había advertido el presidente del colegio de
profesores.
Promesas como esas en Grecia, llevaron a sus
políticos, financiados con créditos ciegos de los bancos de Europa, al poder. Esto
es una contradicción de proporciones y que desmerecea la democracia, justamente
aquella que es enarbolada en Chile para echar por la borda los indiscutibles
avances de 25 años.
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