domingo, mayo 31, 2015

Recuperando el respeto

(publicado en Estrategia el viernes 29 de mayo 2015)



Enrique Goldfarb
                                                       

En el mundo de la mafia, el cine nos ilustra que muchos caían por falta de respeto: “he  showed me no respect” se justificaba el capo ante los sobrevivientes. En la Edad Media, quien no se inclinaba ante el rey, perdía su cabeza. Machiavello aconsejaba “más vale ser temido que querido”, y por último la cuestionada frase “poder que no abusa pierde su prestigio”. Si bien estamos en democracia, debemos reconocer que la historia del poder la antecede y vale la pena echarle un vistazo.
Cuando en los colegios sólo falta que  los alumnos de enseñanza básica se tomen los establecimientos, cuando los empleados públicos de Aduana paran el comercio exterior por más de una semana porque quieren que les dupliquen el personal, cuando los sindicatos demuestran su poder secuestrando no sólo al gobierno sino también a los mismos empresarios, cuando la Araucanía se acerca a convertirse en un verdadero Estado Islámico, y cuando Evo nos abofetea una y otra vez y le seguimos el juego en una demanda de circo, entonces uno sospecha que al gobierno le falta más mano firme. Se dirá que aquí no estamos en dictadura sino en una democracia para y por el pueblo, pero debemos recordar que  la gobernabilidad es previa y precede justificadamente,  no la democracia, sino sus delirios y fantasías.
La gente cuestiona las distintas políticas de gobierno, pero hay un común denominador que está presente en todo este malestar, y creo que  es la falta de actos de la autoridad que inspiren respeto en materias que son absolutamente transversales, como es discutir racionalmente esas mismas  políticas. Y no se puede discutir en forma constructiva e inteligente si las partes levantiscas lo hacen con una pistola en la mano. Ya que si se trata de pistolas, el único que la puede tener y usar es el gobierno, que teóricamente tiene el monopolio de la fuerza. En Chile, la cosa está pareciendo que es al revés. Me parece que este respeto es esencial para reconstruir las confianzas.

jueves, mayo 28, 2015

Desenlace Inevitable

Publicado en Estrategia el 22 de mayo de 2015



Enrique Goldfarb

Finalmente llegó la renuncia de Jorrat. En una institución tensionada dentro de una política tensionada, su salida se explica por  dos razones. Caer en el pecado común de las boletas ideológicamente falsas, paradójicamente término de su propio cuño, pero además por tener un claro doble estándar en la persecución de ilícitos. Duro con la derecha y caballero templario cuando los políticos cuestionados eran de la NM. Aunque se alaba su alto perfil técnico, el lado político- ideológico le salía por los poros.
Por otra parte el subdirector jurídico, su némesis en la batalla por las querellas, no hacía más que cumplir con su deber institucional al seguir adelante con las acusaciones, pero se enfrentó a Jorrat que al parecer quería proteger a los suyos, disimulando lo que ya era vox populi, que varios sino muchos cototudos miembros  de la NM habían caído en la práctica de recoger dineros para sus  líderes.
Aunque el subdirector jurídico está por debajo del director, en materia de procedimientos judiciales sólo rinde cuentas ante los tribunales y ante Dios. De aquí el prestigio del SII, ya que cuando hay un delito y el subdirector jurídico decide actuar, el director no puede parar la investigación, la que sigue hasta las últimas consecuencias. Esto significa que los tráficos de influencias  se hacen muy difíciles,  más todavía cuando, al parecer,  hay pareceres diferentes como en este caso.
Es por esto y con justa razón que se está reclamando que con el nuevo director rija la transparencia y que se juzgue con el mismo criterio a todos los afectados. Dicho en  otras palabras, que si se va a perseguir a la derecha, se persiga también a la izquierda, y si no se va a perseguir a esta última, que tampoco se haga con la primera. 
Sin embargo mientras los que no han sido pillados aún persistan en castigar a los que sí lo han sido, para ganar algunas monedas, no se podrá encontrar una solución realista al marasmo que Jorrat ayudó a producir


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