miércoles, junio 24, 2015

Ideas en pugna

(Publicado en Estrategia el 15 06 19)

Enrique Goldfarb

Extrañamente, el mejor columnista de la plaza escribió que las exposiciones en Icare de los ministros Burgos y Valdés  estaban faltos de ideas. Sin embargo, cuando el rector describe lo que dijeron, uno se da cuenta que no sólo no carecían de practicidad sino que exponían justamente lo que le faltaba al país para salir adelante.
En resumen, lo que los secretarios de Estado manifestaron es que era necesario respetar aquello que se había mantenido firme en los casi 25 años de gobiernos anteriores, como el derecho de propiedad, una y otra vez amenazados o violentados actualmente, y el orden necesario para mantener el progreso.
Como contraste, podemos citar que en similar fecha el PPD rindió un homenaje al ex ministro Peñailillo, en donde el ya célebre presidente de esa colectividad volvió a reflotar la idea de la retroexcavadora, pidiendo una Asamblea Constituyente. No se me ocurre una peor idea para lanzar en este-o cualquier otro-  momento.
Para comparar posturas, basta imaginarse que la Presidenta hace suyo el discurso de los ministros y los implementa, en lugar de seguir con lo que ha estado haciendo, que son las ideas del PPD. Está claro cómo reaccionaría el país.
Tomando alguna distancia, uno se pregunta si las facciones ultra del gobierno están conscientes del despelote que significan estas reformas que están impulsando. ¿Creen realmente que lograrán un Chile desarrollado con las mayorías prósperas y tranquilas? ¿O ya están lanzados y no se les ocurre otra cosa para mantenerse en el poder con pies de barro?
Para muestra, un botón. Escuché hace poco que la Presidenta había firmado una nueva ley para la inversión extranjera con la idea de convencerla que éste era un país confiable. ¿Cómo reaccionarán estos inversores cuando sepan que la Constitución entrará en una larga revisión? Y que ella, de paso, revisará todo aquello que entusiasma al capital, y que cualquier ley de hoy queda en revisión ante una nueva Carta Magna.   


martes, junio 16, 2015

Pacto de gobernabilidad

                                      (publicado en Estrategia el 15 06 12)

Enrique Goldfarb




Creo que si sumamos todos las protestas y paros  del año nos encontraremos con un PARO NACIONAL, muestra de una ingobernabilidad que no se veía desde antes del gobierno militar. Lo que me resulta algo lógico es la protesta  a la que se sumaron el miércoles las universidades privadas, a las que la gratuidad dejó debajo de la micro.
De otro lado, la primera mandataria, so pretexto de una disculpa,  anda trasluciendo en el extranjero que Chile es un país corrupto. Creo que el mundo no está escandalizado con Chile, sino al revés, muerto de la risa. Porque parece haber una confusión con el término “corrupto”.
En efecto si nos vamos a Brasil, a la vaca que es Petrobras se le han aparecido una cantidad significativa de novillos que la están dejando en los huesos mientras los aprovechadores se llenan los bolsillos. Por ejemplo en  Argentina, con bóvedas de la presidenta de la nación, llenas de efectivo, dejan a Chile, con el caso Caval incluido, del porte de un porotito.  En la FIFA ni que hablar, donde las platas que iban directamente a los dirigentes pasaban por alto las normas más elementales del “fair play”. No bastó con la elección de Rusia como sede, aunque a mí no me parece que sea una mala elección. Pero Qatar, ¡Dios mío! con 50º de calor a la sombra, ¡qué poder de la corrupción para arrastrar a todo el mundo a ese caldero! Y el  cara dura de Blatter resistió triunfador el primer embate, con el apoyo de la masa de coimeros, claro que cuando los Navy Seals amenazaron con allanar su morada, dio “un paso al costado”.

En Chile tenemos fundamentalmente un caso de platas políticas, no personales, que demuestran que esta actividad requiere de mucha plata y no de poca, y donde lo que queda por impedir son las evasiones-elusiones fiscales. La falta de respeto que inspira   esta injusta culpa está liquidando al país, de modo que arreglar de mutuo acuerdo este embrollo no es un “arreglín” sino un verdadero pacto de gobernabilidad.  

miércoles, junio 10, 2015

Gratuidad cuestionada

                                      (publicado en Estrategia el 15 06 05)

Enrique Goldfarb

Se piensa otorgar – se dice inicialmente- la gratuidad al 60% de  los alumnos vulnerables, pero sólo a los que pertenecen a las universidades afiliadas al CRUCH, dejando fuera a las privadas y centros de formación técnica. Así ya no son sólo los ricos los que deben pagar, sino también los menos ricos y algo pobres que les tocó la mala suerte de no pertenecer a ese  privilegiado grupo,  el que ha sido usado en forma bien instrumental.
Imposible no recordar los inicios del Transantiago, cuando, y para una comodidad mínimamente razonable, se requería un número de micros digamos de 100. Como el presupuesto sólo alcanzaba para 60 máquinas,  se determinó que el sistema comenzaría, sí o sí, sólo con las 60 para las que alcanzaba la plata, lo que determinó que toda la gente tuviera que viajar como en latas de sardina.
Como el presupuesto para comenzar la gratuidad para los alumnos más vulnerables sólo da para un número mágicamente similar a los alumnos del CRUCH, entonces se dejará fuera a una cantidad de alumnos igual o superior  que no pertenecen al Consejo de Rectores, y además, a los de los institutos y centros de formación técnica.
Hasta ahora sólo han reclamado los rectores de las universidades privadas. Pero cuando los alumnos excluidos,  que superan con creces a los incluidos, se den cuenta que seguirán pagando  y traten de entrar masivamente –y por consiguiente sin éxito- a los centros privilegiados, la situación se hará insostenible. Eso sí que en lugar de viajar apretados como sardinas, como en el Transantiago, quedarán botados en el paradero.
Para los efectos de la popularidad del gobierno, habrá que ver si el beneficio anticipado de una minoría compensa el perjuicio de la mayoría, y si no hubiera sido preferible discriminar derechamente sólo por grado de vulnerabilidad y no por establecimiento. Así, la obsesión de la gratuidad en Educación puede constituirse en un boomerang para el gobierno.