sábado, julio 14, 2007

¿Qué producimos en Chile?


Enrique Goldfarb

Se publicaron varias cartas en la prensa sobre el crecimiento en Irlanda. Este país que hace algunos años atrás era igual o más pobre que Chile y que ranqueaba último en Europa, se ha convertido en uno de los países más prósperos del continente, con un ingreso per cápita de US $ 40.000.- y una población de alrededor de 4 millones de personas.
La estrategia de Irlanda se basó en la atracción de grandes multinacionales con bajas tasas tributarias para que se radicaran en el país y exportaran al resto de la Unión Europea, beneficiándose con el empleo a su gente a la que preparó con un excelente nivel de educación científica y tecnológica, compatible con la alta sofisticación de las industrias. Finlandia, por otra parte, ha basado en la tecnología de las comunicaciones (teléfonos celulares) su ventaja comparativa.
Sin embargo, en Chile, no vemos que con estos PIB relativamente aceptables que estamos teniendo, se esté tejiendo una producción competitiva a nivel mundial. Salvo la industria del salmón y de la celulosa, derivados en cierta forma de los recursos naturales o materias primas, no hay verdadero valor agregado distinto al del pasado.
Llama especialmente la atención el furor que está teniendo el retail y los servicios financieros. Pero ellos no harán de Chile una Irlanda o una Finlandia. Son prácticamente actos de comercio y no de industria. De transferencia más que de creación. Los supermercados son fácilmente copiables o posibles de ser implementados en cualquier país, en cambio los productos que uno debiera empezar a fabricar deben tener un valor único, que lo haga atractivo y por el que los países estén dispuestos a pagar un buen precio.
Se dirá que nosotros exportamos el retail, señal que no pueden ser atacados con capitales locales en otros países. Creo que lo que se busca es más bien, la exportación de la penetración del crédito, ya que las grandes inversiones requeridas solo serían justificables si se puede replicar en esos países las enormes ganancias del crédito, que son posibles de obtener en Chile por estas empresas, dado que la actividad en general tiene negado su acceso, quedando grandes disponibilidades para estas aventuras. En este sentido resulta sugerente que las tiendas en manos de locales no prosperan y es dudoso que sea porque no saben mover los productos. Carecen del crédito que hace posible las compras aunque su pago sea dudoso.
Y si se da que el crecimiento del crédito en esos países no es coherente con el crecimiento de los ingresos y empleos, como es el caso de nuestro país, puede generarse un enorme colapso financiero que dejaría tumbados a los sectores de punta que explican al menos la mitad de la actividad nacional de los últimos diez años. Y nuestra distancia para con el desarrollo y con Irlanda se agrandará más que nunca.

domingo, julio 08, 2007


La crisis que se viene

Enrique Goldfarb


¿Por qué no se notan los síntomas?

Hay muchos problemas sociales que están escondidos detrás de las cifras económicas aparentemente buenas para todos, y que pueden ser gravísimos, como los del Transantiago, pero nada pasa. Como si hubiera una capacidad infinita de la gente para resistir de todo, hasta llegar a la molestia física indecible. Por ello, hablar de crisis sociales puede ser inconducente y hablar de otras crisis también, ya que nuestra clase política, en su mayoría, no recoge en forma importante este tema, que por su gravedad debiera dar lugar a manifestaciones y cambios que no se ven.
En consecuencia, y frente a sorderas o cegueras sociales y políticas, hay que hablar de crisis económica, y esa si que se hará sentir y vivamente. Tan poderosas son que casi hicieron caer al gobierno militar en la década de los 80. Y sepultaron el modelo económico por algunos años, hasta que retomó impulso.

¿Dónde se originó la crisis?

La crisis económica que se viene en Chile, es producto del costo social y económico derivado de la forma como se encaró la crisis asiática en el año 1998, y que cerró las puertas del crédito, primero a las pequeñas y medianas empresas, y después a los pequeños y medianos empresarios que las manejan, los que quedaron atrapados en una marejada de deudas que no pudieron pagar.
Este proceso se vio en forma tangible hasta el año 2003, después de cuatro años de estancamiento crediticio y económico, lo que produjo estancamiento o decaimiento en los niveles de ingreso de las grandes mayorías. Sin embargo, la banca se aburrió de no prestar dinero y encontró otro sujeto crediticio: las personas.

Razones de una aparente normalidad

Rápidamente, las grandes tiendas y supermercados encontraron que la llave del negocio la tenían ellos, ya que podían acudir más rápidamente que cualquiera a concederle préstamos a la gente en el momento mismo de su compra. Y de hecho le robaron a los bancos gran parte del negocio, y prestaron con sus propios recursos, con los que podían obtener de sus proveedores a los que comenzaron apagar en forma diferida a 90 ó 120 días, y finalmente a los mismos bancos, los que prestaron a estas grandes tiendas para que ellos pudieran extender sus créditos a las personas. Sin contar a las AFP, las que tomaron bonos de deuda de estas empresas para que pudieran acometer con más espaldas el negocio financiero.
La gente, agradablemente sorprendida que se le dieran créditos para que pudieran hacer sus compras, se empezó a endeudar en una escala creciente y en un proceso vigoroso, de tal manera que desde hace tiempo, gran parte del crecimiento económico, que se lee a través de los IMACEC y del PIB se explica por la actividad financiera, que con la última medición elevó en más de dos puntos y hasta 15% su representación en las ponderaciones del Producto, y por las ventas de bienes de consumo.
Es así que cuando se anuncian los IMACEC, increíblemente altos en general en lo que va corrido del año, los componentes de actividad parciales como la industria , minería y energía, no logran explicar el aumento total, debiendo en consecuencia existir sectores más escondidos que son responsables del empuje y estos son los señalados más arriba: los préstamos y el consumo.

La viga maestra del crecimiento

En consecuencia, no son las nuevas empresas pujantes las que explican por qué nos hemos movido mejor en los últimos tres años y poco más. Son los bancos y la gran actividad comercial los que está tirando el carro del crecimiento, pero en forma inorgánica, ya que la velocidad de los préstamos es mucho mayor que la velocidad de crecimiento de los ingresos. Es decir la deuda crece a mayor velocidad que la capacidad de pago y estás se distancian cada vez más.
Hay varias señales de que el incumplimiento en los pagos de deuda del comercio está alcanzando niveles muy grandes, pero estos al parecer no asustan a estas tiendas que no quieren renunciar a su aparente gallina de los huevos de oro, y tapan deuda mala con nueva deuda, en un fenómeno que hará crisis violenta apenas los acreedores exijan que les paguen sus créditos o que la bolsa refleje la debilidad de donde están montados los ingresos de estas empresas. Creo que la capacidad para esconder esta realidad no es infinita y en un minuto dado se rompe.

Los efectos del quiebre

Y como sostenemos más arriba, el propio PIB está montado sobre esta escalada de ventas del consumo, y de los créditos asociados, de manera que el efecto en un menor crecimiento será notable, como asimismo en el desempleo y es posible que nos terminemos gastando los excedentes del cobre en programas asistenciales pagados por el Estado.
La mala noticia es que este escenario se explica incluso sin que haya crisis externa, es decir, de un aumento de tasas de interés importante de los EE.UU. los que se debaten entre los temores inflacionarios y temores recesivos. En este caso, la velocidad de la crisis sería enorme.

Un destino fatal

Si se actuara racionalmente, las propias autoridades económicas debieran empezar a dar las señales para cambiar la estructura del crecimiento: menos crédito de consumo, menos crédito a las personas y más a las empresas, para que las personas vayan solidificando su capacidad de pagar los compromisos. Y para ello tiene que terminar por normalizar la deuda de las víctimas del 98, que son los que debieran empezar a levantar las nuevas empresas.
Sin embargo, nada está más lejos de las intenciones gubernamentales y del sector privado. Todos esperan que las cosas se arreglen solas y creen que en forma espontánea crecerán el empleo, los sueldos y las empresas que lo hagan posible. Que todo lo que tiene hasta ahora está consolidado y lo que se espera para más adelante es ganar todavía mucho más. No se dan cuenta que ya entraron en los minutos de descuento para que las inconsistencias entre las deudas y la capacidad para pagarlos cobre su precio.

domingo, julio 01, 2007

Proletarización de las clases sociales en Chile




Enrique Goldfarb


Han salido los datos de la encuesta Casen, que cada tres años hace el gobierno con el objeto de medir la pobreza en el país y así poder focalizar en mejor forma el gasto social.
En primer lugar, necesitamos definir cual es la línea de la pobreza y en este punto les aconsejamos contener su asombro.

De acuerdo a la definición oficial, se es pobre en Chile cuando el ingreso mensual es inferior a $43.712.- y se es indigente cuando el ingreso mensual es inferior $21.856.- Y esto en las áreas urbanas, ya que en el campo los valores límite son incluso inferiores. El economista Felipe Larraín hizo algunos cálculos con una relativa mayor dignidad en los requerimientos y piadosamente subió los valores a $66.368.- y $30.176 respectivamente, amparándose en estudios del Departamento de Nutrición de la Universidad de Chile para determinar lo que requiere un individuo para que pueda sobrevivir. No deben de haber sido muy distintos los cálculos a nivel de campos de concentración para mantener o matar con un mínimo de gasto a los individuos.
En suma, los cálculos de Felipe Larraín elevan a los pobres de Chile desde el 13,7% al 26,7% y los indigentes, desde un 4,7% a 9,6%, es decir al doble. No sería difícil siguiendo esa línea llegar a una cifra de pobres cercana o superior a la mitad de la población y lo primero que tendría que hacer un nuevo gobierno es sincerar la cifra para poder actuar sobre bases más realistas y más creíbles. Nadie podría culparlo de lo que no se hizo hacia atrás. Y nuevamente este gobierno se perdió una gran oportunidad y su omisión solo sirve para “blindar” a la administración anterior, como ha sido su costumbre.

Por otra parte, se ha proclamado con gran bombo, que la relación de ingresos autónomos entre el decil más rico y el decil menos rico habría bajado entre 2003 y 2006 “como nunca se había visto antes,” desde un 34,6 a un 31,3, y varias otras medidas similares.
Y efectivamente, incluso considerando todas las limitaciones metodológicas que tiene esta encuesta, y de falta de información anexa, que son varias, si se observa el crecimiento de los valores en pesos, promedio anual, reales, de ingresos entre los dos años, uno se da cuenta que efectivamente, el decil más rico subió tan solo un 1,3% anual, el que le antecede tan solo un 2,4% anual y el promedio simple del resto-excluyendo el más bajo-de un 4,2%. Estos cálculos los he hecho comparando los ingresos promedio - en pesos de noviembre de 2006- de cada decil, según la encuesta de 2003 y 2006 En buenas cuentas, los “más ricos” habrían subido mucho menos - en porcentajes lindantes con el estancamiento- que el resto.
Sin embargo, el decil más rico abarca ingresos que van desde los cuatrocientos mil pesos hasta los $32 millones mensuales. Entonces es posible que el promedio del decil más rico crezca poco pero los sub tramos más altos mucho más, y aquellos de más bajos ingresos dentro del grupo aparentemente más privilegiado, podrían incluso decrecer para permitir que el promedio estadístico suba. El decil que le antecede habla solo de su cuasi estancamiento.
Con esto quiero decir que lo que el gobierno ha hecho es confirmar el deterioro indecible de la clase media que ya presentíamos, ya que los números muestran que son los que más han cedido terreno. Y también que se ha avanzado mucho en la proletarización de las clases sociales, lo que en vez de ser aplaudido debe ser rápida y urgentemente corregido, subiendo y no deteriorando a la clase media, ya que ahí están los emprendedores que pueden subir mucho más el nivel de las clases más bajas .