lunes, noviembre 20, 2006

Fábricas de cesantes


Enrique Goldfarb

Existe una actividad hoy, que de alguna forma logra reciclar algo, pareciendo que puede perpetuarse de esa manera . Y ese es el caso de las universidades, sin distingos entre tradicionales o privadas, que contratan titulados para que les enseñen a otros y así sucesivamente.
Esto se da más en unas carreras que en otras, pero son solo islotes en lo que parece evidente : las universidades están , desde hace años, produciendo cesantes, con un tremendo endeudamiento de los mismos alumnos o de sus ingenuos padres, que creen de esta manera que han logrado embarcar a su descendencia en el Arca de Noé.
A la cifra de desempleo hay que creerle cada vez menos , porque gracias a cambios metodológicos, logra mostrar que mientras la actividad cae , la ocupación crece y los desempleados disminuyen .
Sin embargo, lo mismo se puede apreciar por el lado de las remuneraciones que reciben los profesionales . La encuesta del INE señala que las remuneraciones reales del grupo profesionales, científicos e intelectuales habrá subido desde diciembre de 1998 a septiembre de 2006, esto es casi ocho años, en 14 % real . Esto da , para las castas laborales más favorecidas, un incremento real anual promedio de 1,7%, algo más que el ritmo que ¡crece la población!. Esto es justito para darles de comer a las chancletas que les nacen .
Como en el mismo lapso, el PIB habrá crecido un 3,8 % promedio anual, significa además, que los frutos del escasísimo crecimiento no se lo están llevando los profesionales. Y que la fuerza moderadora de sus salarios, es justamente las multitudes de cesantes que esperan ansiosos un cupo, para ganar poco menos de la mitad del paupérrimo aumento del producto del país.
Lo anterior sería una ironía estéril e hiriente , al menos que esto tenga solución . Y la tiene . El país se tiene que amplificar , aumentando su demanda agregada con fórmulas ad hoc. Esto elevará la demanda de sus profesionales y le abrirá espacios de trabajo y remuneraciones más decentes.
En tanto, las universidades que se supone son el foco del pensamiento, nada han planteado respecto al futuro de sus profesionales ni han alegado respecto al escaso crecimiento.
Si algo han barajado, son las mismas recetas estériles inconducentes que hemos escuchado hasta la saciedad , sin que esas fórmulas conduzcan a una efectiva reactivación del país.
Esta no es otra que la reactivación de sus millones de ciudadanos, que quieren empleos y mejores remuneraciones para comprar más por esa vía y no por la vía de los créditos con que los surte la banca y las tiendas a costos exorbitantes desde hace años.

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