Enrique Goldfarb
La Presidenta, después de dar un plazo de 48 horas para que el Transantiago empiece a funcionar perfectamente (ese deadline vence mañana a las 2400 así que péguese al televisor para ver como cambió radicalmente la cosa), ha procedido con igual premura a instruir al ministro de Hacienda para que saque un nuevo cuerpo de medidas para elevar el crecimiento del país por lo menos a un 7%.
Este, ni corto ni perezoso, se apresta a anunciarlas el próximo martes.
¿Ve usted? Por suerte, las vacaciones recargaron a más no decir las pilas de nuestra primera mandataria y todo era cosa de ponerse firme.
Abro El Mercurio hoy mismo y me encuentro con las recetas de algunos de un grupo de economistas que dieron sus recetas hace un tiempo atrás. Me encuentro con la increíble fórmula de uno, que repite que el problema de la economía de Chile es de “oferta”, cuando es evidente que la oferta de las grandes empresas está funcionando perfectamente y que lo que falta es incrementar la demanda. En tanto otro exige que “de una vez por todas” se proceda a rebajas tributaria, o sea, que la gente que en este momento está ganando más dinero, y que los vemos invertir sus “excedentes de liquidez” en una bolsa que avanza a pasos agigantados, paguen menos impuestos. En el recetario de este líder de los economistas se encuentra por supuesto la necesidad, no ya de rebajar algo más, sino de “eliminar” el impuesto de timbres y estampillas.
Personalmente me cansé de refutar cosas absurdas o que a lo más no son la urgencia del momento, y me referiré una vez más a quienes pagan a estos economistas para que digan cosas que creen van en su beneficio.
Este país está reventado y la solución no pasa porque Ud., que ya gana mucho, gane mucho más. Esta situación ya no se esconde como en 2004-2005 con cifras altas de crecimiento pero de una pésima distribución del ingreso. Ya se evidencia con unos IMACEC miserables, que en un país bien puesto, ya hubiera exigido la renuncia de las autoridades económicas. Aquí, a lo mejor Ud mismo contribuye a ello, los empresarios proceden a blindar a esa autoridad.
Evidentemente, las autoridades son débiles y se puede pedir cualquier lesera, especialmente si logras conseguir un verdadero cartel de economistas y de parlamentarios que lanzan falsas soluciones “por si pasan” y de repente te encuentras ganando todavía mucho más, aunque las cosas sigan peor. Ese tipo de salidas lo único que hacen es reventar todavía más a las mayorías y si no se les entrega a ellas medidas drásticas de reinserción económica, es cosa, ya de poco tiempo más , para que este país reviente por los cuatro costados.
De manera que si Ud. es de aquellos de las más grandes fortunas y que salen, o están en lista de espera de Forbes, considerando que ya está ganando suficiente, dé indicaciones a sus emisarios para que corrijan el diagnóstico y empiecen a pensar en las mayorías, recolocar a los pequeños y medianos empresarios, limpios de manchas crediticias, capacitarlos, asistirlos con créditos y darles una proyección para asegurar un país que crezca y que además crezca en paz.
Le adelanto que si Ud. no lo hace, verá tambalear las grandes empresas orientadas al mercado interno, los bancos y las empresas de retail, ya que al contrario de lo que le dice el presidente del Banco Central, el camino del endeudamiento de las personas está agotado porque las deudas son muchas y los ingresos y empleos pocos. Y eso no se soluciona con que a Ud le rebajen los impuestos.
Pero tampoco si se los suben , aunque ya hay concertacionistas que están levantando el alza de impuestos como su propia agenda para el despeñadero. Si Ud quiere que le rebajen impuestos, habrá otros que se los querrán subir. Con seguridad Velasco lo escuchará a Ud pero con ello lo expondrá a que su salida sea todavía más rápida que la que se está fabricando el mismo.
viernes, marzo 09, 2007
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