lunes, octubre 23, 2006
Discusiones monetarias
Enrique Goldfarb
La fuerte discusión que se ha entablado entre defensores acérrimos del Banco Central y quienquiera pueda poner una sombra de duda sobre su accionar, deja un cierto sabor amargo. Más allá que la defensa vaya acompañada o no con argumentos, queda la sensación que el instituto emisor es un “intocable”.
Al contrario de lo que se dice, Eyzaguirre no desató su carrera presidencial al deslizar que el Banco Central se apuró un “poco” en el alza de tasas, lo que habría incidido en un menor crecimiento este año.
Lo cierto es que el claro estancamiento de nuestras tasas de crecimiento debe invitar a los especialistas a indagar como es eso posible en el mejor año que ha tenido Chile en décadas. Y eso debe involucrar a todos los organismos económicos del Estado, amén por cierto de las políticas públicas. Nadie está libre de ser escrutinizado. Y nadie está libre de tener que dar su “mea culpa”. La negación de la mente a pensar es simple oscurantismo
Y por más respeto que uno quiera tenerle a la tarea antiinflacionaria del Banco Central, lo cierto es que la política monetaria incide en el Producto, en distintas formas y plazos , pero incide. Si la actual ley orgánica hace que el instituto emisor solo informe sobre la variable precios, ello no quita que sus instrumentos puedan afectar el crecimiento, como atinadamente lo dijo el economista Hernán Cortés en un reciente foro informado por El Mercurio, quien tras decir eso salió vapuleado por los panelistas. Lo que tampoco quita que pueda ser el propio ministerio de Hacienda, por su rol de liderazgo en el plano económico, quien deba corregir posibles errores de acción u omisión. Pero por favor, no dejemos de pensar porqué estamos creciendo tan poco.
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